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Comunicado

Asamblea General 2020

En este momento defendemos con más ímpetu la cooperación, pues ante esta pandemia, es necesario defender los Derechos Humanos en todos los países, pero sobre todo en los más empobrecidos, y nuestra región debe tener un compromiso ético ineludible.

Buena parte de la población mundial y el planeta están al borde del colapso. En el Informe sobre crisis alimentarias 2020, se denuncia que 135 millones de personas sufren hambre severa, 22 millones más que hace dos años. Todo apunta a que a finales de año esta cifra aumentará hasta los 250 millones. A esto se suma la crisis sanitaria que nos está llevando a una nueva recesión económica mundial en un contexto ya complicado: cambio climático, conflictos, débiles sistemas sanitarios, desigualdades de género y amenazas a la seguridad alimentaria.

La pandemia puede hacer que crezca la situación de pobreza hasta niveles irreversibles para millones de personas en todo el mundo: trabajadores y trabajadoras que han perdido sus empleos e ingresos, personas migrantes varadas en las fronteras, mujeres con trabajos precarios, personas indocumentadas, familias con bajos ingresos, personas sin hogar, con discapacidad o enfermedades crónicas.

A esta crisis, la Cooperación al Desarrollo llega con el desgaste ocasionado por los recortes de los últimos años, pero consciente de ser un activo estratégico en su resolución. Necesitamos más que nunca una ayuda efectiva y enfocada a las personas más vulnerables para evitar los peores efectos de la crisis sanitaria, económica, alimentaria y social que se cierne sobre el mundo en desarrollo. Es necesario reforzar la política de cooperación en todas sus dimensiones.

Las organizaciones que conformamos la Coordinadora de ONGD de Castilla-La Mancha llevamos muchos años defendiendo que se considere la cooperación como una política pública, con una estrategia definida y que sea dotada con un presupuesto decente. Somos una de las comunidades autónomas con menor presupuesto de AOD, apenas un 0,03% del total, muy por debajo de la media del conjunto de España que se sitúa en el 0,20%.  Un presupuesto manifiestamente insuficiente dados los retos globales que enfrentamos y las necesidades existentes en materias como la seguridad alimentaria, el acceso al agua y al saneamiento, la educación, la sanidad o la igualdad de género, entre otras.  En este momento defendemos con más ímpetu la cooperación, pues ante esta pandemia, es necesario defender los Derechos Humanos en todos los países, pero sobre todo en los más empobrecidos, y las regiones más ricas tenemos un compromiso ético ineludible.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son una oportunidad para de una vez por todas acabar con la pobreza y la extrema desigualdad que genera el actual modelo de desarrollo. La Agenda 2030 tiene que regir los programas de desarrollo mundiales durante los próximos años. Han de adoptarla todas las Administraciones y para ello movilizar medios para su desarrollo mediante alianzas centradas en las necesidades de los más pobres y vulnerables. En Castilla La Mancha, se ha creado una Consejería de Desarrollo Sostenible pero es necesario dar pasos firmes en la transversalización de los ODS en la administración regional, avanzar en la coherencia de políticas para el desarrollo y destinar los recursos necesarios para ello.

Por todo esto, desde la Coordinadora de ONGD de C-LM, las organizaciones demandamos:

1. Que la cooperación al desarrollo sea asumida en todos los niveles como una política estable dotada de recursos técnicos y económicos suficientes, garantizando así una acción solidaria transformadora a medio y largo plazo.

2. El reconocimiento del valor específico que aporta la cooperación descentralizada cercana a la población, bagaje internacional y experiencia acumulada.

3. Un incremento significativo del presupuesto destinado a las políticas de cooperación que permita recuperar la senda del 0,7%.

4. El diseño e implementación de un plan estratégico de Cooperación para el Desarrollo en Castilla-La Mancha que recoja las principales líneas de actuación para los próximos años. La Coordinadora ya presentó una propuesta consensuada entre las organizaciones como punto de partida para un grupo de trabajo con la administración regional.

5. La firma de un Convenio de la Coordinadora de ONGD de C-LM con la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha que permita mantener una Secretaría Técnica mínima que siga coordinando las actividades y acciones que realizamos.

6. Exigimos que la Administración, en ninguno de los niveles administrativos, no sea cómplice de violaciones de derechos humanos o de agresiones al medio ambiente, por lo que consideramos imprescindible incorporar el enfoque de Coherencia de Políticas para el Desarrollo Sostenible a la hora de diseñar y llevar a cabo la acción de gobierno. Esto supone tomar partido en cuestiones como el comercio de armas, las políticas de migración y refugio, la fiscalidad internacional, el papel de las empresas transnacionales, la política climática, etc. Así mismo solicitamos que las administraciones locales establezcan criterios de Compra Pública Ética y de promoción del Comercio Justo, la Banca Ética y la Economía Alternativa.

7. Demandamos que se garantice la participación efectiva de las organizaciones de la sociedad civil, de aquí y de allá, en la política de cooperación y que se reconozca el papel de la Coordinadora  de ONGD de Castilla-La Mancha como entidad representativa del sector que aporta conocimientos y experiencia especializada sobre la materia. La revitalización de los Consejos de Cooperación como organismos de participación es irrenunciable. Es necesario, además, la puesta en marcha de la Comisión para el Diálogo Civil con la Mesa del Tercer Sector Social de Castilla-La Mancha prevista en la Ley del Tercer Sector de Castilla-La Mancha.